martes, 26 de junio de 2012

La playa

   Estoy volviendo a descubrir la playa gracias a los niños, después de pasarme el día pensando en actividades y juguetes para estimular y divertir a los pequeños, acabo de darme cuenta que ir a la playa es lo más completo. 

   Sentir la brisa, pisar la arena, saltar las olas... todo lo que se les ocurra es divertido y a la vez les estimula muchísimo a nivel motor y mental. Y para los papás es muy cómodo, solo tenemos que protegernos todos bien del sol y quedarnos en la orilla siguiendo de cerca cómo juegan, pero sin agobiarles.

   Sin pañal y libres como el viento, ¿qué más se puede pedir? Se me ocurre una buena respuesta y es no tener deberes en verano. 

   ¡Por unas felices vacaciones!





viernes, 22 de junio de 2012

Bilibo

   Acabo de descubrir el Bilibo, es una especie de caparazón de tortuga, en el que los niños pueden balancearse, ponérselo de casco, llenarlo de agua, arena, etc. Es un juguete con un diseño muy original, de muy buena calidad, no tóxico y reciclable 100%. A priori, me encanta, es bonito, diferente y parece hecho para que vuele la imaginación de los pequeños, pero ¿a la hora de la verdad los niños juegan tanto con ellos? ¿acabará en un rincón abandonado a los cuatro días? Prometo escribir una entrada en unos meses, de momento os dejo una foto del fabricante y si alguien lo tiene que nos cuente su experiencia


martes, 19 de junio de 2012

Plastilina casera

Seguramente, muchos ya la conozcáis, pero por si acaso, aquí está la receta:

  • 2 tazas de harina
  • 2 tazas de agua
  • 1 taza de sal
  • 2 cucharadas de aceite de girasol (o cualquier otro aceite vegetal)
  • 1 cucharada de ácido tartárico (se consigue en tiendas especializadas de repostería o en farmacias. No es imprescindible, pero ayudará a aumentar el volumen de la masa.
  • Colorante alimentario líquido (de venta en tiendas en tiendas especializadas de repostería)
Hay que mezclar bien todos los ingredientes y amasar hasta que quede una bola firme y suave, después se divide en trozos a los que se aplican los distintos colorantes. 

La masa se conserva estupendamente en la nevera, metida en un tupper o envuelta en film, yo utilizo bolsas de congelar de cierre hermético.

Lo mejor de realizar la plastilina en casa es que los niños pueden hacerlo con nosotros, conocer todo el proceso desde el principio y además no hay riesgo si los más pequeños se lo comen, puesto que no es tóxica. Por otra parte, son ingredientes baratos que solemos tener en casa, por lo que nos vale también para que pasen una tarde de lluvia entretenidos.

lunes, 18 de junio de 2012

Aprendizaje de idiomas

   Los bebés nacen con la capacidad de aprender cualquier lengua, de hecho en su vida intrauterina comienzan a distinguir la fonética de su lengua materna. Los sonidos del habla, su acento y pronunciación se aprenden a lo largo del primer año de vida, a partir de ahí, el bebé comienza a discriminar los sonidos que utiliza su entorno y pierde la capacidad de aprendizaje de otros. Es por ello, que los niños aprenden muy rápido la pronunciación de un idioma, mientras que a los adultos nos resulta imposible.

   La gramática se aprende sin ninguna dificultad durante los tres primeros años de vida, tanto de la lengua materna como de aquellas a las que el niño está expuesto.

   La dificultad reside entonces en intentar ofrecer al niño los estímulos suficientes en otras lenguas, y aquí viene el problema. Estoy cansada de escuchar los beneficios de la tele en inglés, los dibujos, películas, etc. Nada de esto ofrece buenos resultados, excepto los de "atontar", puesto que el estímulo al que nos referimos para aprender un idioma es el de las personas.

   El ser humano es un ser social y por tanto venimos preparados genéticamente desde el momento de nuestro nacimiento para ello. La madre es la principal figura durante al menos el primer año de vida, de ahí el término "lengua materna".

   Por eso, para que un niño hable otra lengua lo que necesita es que le hablen mucho en otro idioma, le canten canciones e interactúen con él, y solo así irá asimilando la fonética, gramática y semántica ( he de decir a favor de los adultos que la semántica o significado de las palabras, es el único componente del lenguaje que se puede aprender a lo largo de toda la vida)

   Propongo para el aprendizaje de inglés o cualquier otro idioma actividades de ocio como los Playgroups (para niños de 1 a 3 años), que son lugares de juego donde el niño acude con su madre o padre, o con su cuidadora, donde el idioma que predomina es el inglés, de manera que el bebé estará escuchando los sonidos mientras juega tranquilamente.

   A partir de 3 años, son muy interesantes las clases de manualidades o teatro, por ejemplo, con un profesor nativo.

   Lo importante es que los niños comiencen a escuchar idiomas sin presión de libros, deberes o castigos, sino de una manera mucho más natural, como lo hacen con su propia lengua materna